lunes, 2 de agosto de 2010

ORO, LUZ Y ESPERANZA

El agua trasparente del arroyo de tu mirada, refleja todo aquello que en mi corazón desvalido y pobre, hace que fluya con mas fuerza cada día. Jamás en el tiempo de mi vida podría haber llegado a pensar, que una luz de oro y sonrisa pudiera salvar, la memoria del que te habla.

La tierna y frágil luz de la luna, refleja en mis pensamientos todo lo mágico y bueno que mi pensar ansía, todo me lo das y todo me lo regalas, el cariño y la admiración que siento por ti, no es comparable a nada en esta mundo.

Cuando te veo llegar, me tiemblan las piernas, un escalofrío recorre mi cuerpo, al sentirte entre mis brazos, eres sin duda alguna, la esperanza que ansío desde hace mucho tiempo, me das el aire puro y necesario, que me ayuda a levantarme cada día.

Ese beso primero que recibí, de una increíble mujer de luz y vida, me dio sin duda alguna la vitalidad que me embarga en el caminar por un futuro, que he buscado por los tiempos de los tiempos. Haces que me sienta orgulloso de lo que soy, y haces que mi cuerpo se estremezca al mirarte a los ojos.

Aquellos que vislumbran una paz y un sincero cariño, el cual nunca he recibido antes de nadie. Eres sin duda mi salvadora y mi compañera, eres la flor mas bonita que jamás ha dado una primavera, que se combina con el olor, dulce y sincero de la primavera mas bella que se haya dado jamás.

El oro de tus cabellos, limpios y libres de tono rubio y exquisito de tono, lucen como brisa marinera del entorno que nos embauca. La sonrisa de tu mirada y la paz que desprende tu luz interior, me domina en mis pensamientos y me eleva a lo mas bonito y deseado que jamás haya podido desear.

Protectora de mi corazón, dueña de mis locuras, dominadora de mis sueños, y salvadora de mis recuerdos. Jamás de los jamases podría haber imaginado encontrarte, vida mía, haces que un suspiro en la noche se convierta en el aire que necesito para poder seguir viviendo.

Sabes que te quiero como jamás he querido a nadie, que mi vida la tienes para lo que quieras, que mi alma te pertenece, como nunca le ha pertenecido a nadie.

Y en el asombro de un atardecer rojizo, me tendrás por siempre a tu vera, para conquistar el amor que necesito, y que por siempre ya sabes que te brindo, mi corazón infinito. TE QUIERO.

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