En un momento mágico, la hora de la felicidad se presenta junto al arroyo de tu vida.
Sombra que corta el viento, paso de la tarde a tu verita, cauce de una mirada que siente, sonido mágico de tu risa.
Apenas si te vi de refilón, cuando me cegaste el corazón, no pude contener el asombro, que sentí al verte. El brillo de tu mirada, no la puedo comparar a nada de lo que he visto antes de conocerte, tienes ese don del que muy pocos pueden presumir, el don de la felicidad en tu rostro.
Haces que mi corazón se acelere al pasar junto a ti, y que resuene más fuerte; a cada minuto que paso cerca de tu alma.
Te he buscado por todos los mares del mundo, he recorrido las playas de tu costa para llegar a tu puerto, he dormido bajo el umbral de las estrellas y le he preguntado a la luna por ti, he soñado con un beso tuyo, y he sentido tu olor en mi pecho.
Nunca cesaré en mi empeño, jamás me rendiré hasta conseguir lo que ansío, sabes que nunca me perderás, y que siempre me tendrás para lo que necesites. Hoy he sentido la paz en mi interior, he descubierto por fin lo que deseo, y quiero darte las gracias, por que eres la ilusión que necesito, y mi necesidad constante.
Rosa entre las flores, azucena en las puras esencias, ángel de mi destino, soñadora de mis pensamientos, destino de mi alma, no se que mas decirte, sólo que me tengas presente en tus sueños, como yo te tengo en los míos.
Si cruzas la tenue puerta de tu morada, podrás comprobar como el destino te esta esperando para darte un regalo que lleva toda la vida esperándote, y que deberás de aceptar si quieres ser feliz, o no aceptar y quedarte a esperar que pase el tiempo y te derrote lo que no tiene derecho sobre tu pensar.
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