Larga y fértil era la enredadera que te precedía, soñadora y tenue la luz de tu sombra vana, tosca y dura la paciencia de aquellos momentos, pálida y simple la respuesta a mi pensamiento.
En el camino hacia tu reino, descubrí varios sentidos, varios momentos que nunca desaparecerán de mi mente, y que ya serán míos por el resto de mis días.
Que nunca nadie te separe de mis caricias mientras viva, que el concierto que me regalan tus labios al escucharte entre susurros, sea por siempre melodía de mi sueños.
Un fuego puede ser lo mas bonito y lo mas traidor al mismo tiempo, un amanecer puede tapar la ausencia de la noche por el resto de tus días. Una lluvia torrencial en tu corazón puede quemar ese fuego que te abrasaba desde hace tiempo.
Nunca olvides que el sendero que precede al amor infinito de tu ser, lo dibuje aquel día que te conocí, y que nunca olvidaré aunque me eleve entre las nubes para no volver a verte jamás.
Siempre estaré escondido entre la maleza de tu cuerpo, siempre vigilaré tus movimientos, para ayudarte en tu elegir, nunca deberás temer que nada malo te pase; por que siempre estaré allí para salvarte de tus males y de tus desdichas.
Andarás sobre seguro por el edén de tus infinitas ilusiones, y por tus interminables risas; que nunca terminaran de ser vagas en la meta de tu ser. Descubrirás ese amor imperecedero que ansías mas que nada en este mundo, y descubrirás que la vida tiene sentido por que el sentido parte de la vida misma.
Serás llamada como madre, y como madre serás agraciada, tendrás de tus seres sus caricias, y quereres que les pidas, cuando nombres vida mía, en secreto nuestro nombre, la magia infinita de la que posees será atendida.
No estaré a tu lado vida mía para sentirte en mis entrañas, pero seré igualmente recompensado sabiendo que he muerto por darte la felicidad que esperabas.
martes, 19 de octubre de 2010
CARICIA DE UN CIELO CONSTANTE
Tersa y tenue era la luz de aquella vela, que iluminaba la sombra fija de esa mirada perdida. Tras el velo de estrellas fugaces; las cuales se dirigían a un solo punto donde se alzaba tu figura, como busto tallado en alma.
Busco tu sonrisa, como prosa en boca de aquel orador maduro. Mi respiración se acelera a pesar de saber que una daga llena de veneno está a punto de clavarse en mi alma.
Por las noches, sueño a veces despierto; que me acompañas por los caminos de mi ciega búsqueda, y que sientes mi cuerpo en la distancia, como yo siento el tuyo.
Letra y escritura, fácil enigma y escapatoria a la verdad y realidad de mi presente.
La dársena del lago, es siempre lejana, y la agitada marea nunca da tregua, a ese sendero de impaciencia y desconcierto.
Temerás el chasquido de una rama que se rompe, en lo mas oscuro de tu corazón.
Aquella a la que la sombra la acompaña, es sin duda flor de lis envenenada, que no tolera la presencia de una barca junto a su cama.
Fin perdido a cada instante que acumula un desvarío de palabras, las mismas que dan razones a lo que el sentido no deja duda. Tácito recuerdo, cúmulo de sombras, risa en tu misterio y en tu despedida.
Soñarás de nuevo como cuando eras aquella niña, de rizos interminables, de tirabuzones, llenos de un brillo especial, que jugaban con el silencio al escondite de toda la vida, y se burlaba de la noche cuando el silbido del viento de invierno, acontecía el resplandor de aquella llanura llena de historias perdidas.
En un presente donde la ira pasa a ser tu amiga, no es posible ensalzar grito alguno por un cordón de finas perlas. Más duda si cabe, a la espera que atormenta el desánimo de las personas.
Álzate de nuevo por las calles de la vida y cumple con el deseo del que desde arriba te mima, sé dueña y señora del recuerdo y canta a la primavera la prosa que llevas dentro.
Busco tu sonrisa, como prosa en boca de aquel orador maduro. Mi respiración se acelera a pesar de saber que una daga llena de veneno está a punto de clavarse en mi alma.
Por las noches, sueño a veces despierto; que me acompañas por los caminos de mi ciega búsqueda, y que sientes mi cuerpo en la distancia, como yo siento el tuyo.
Letra y escritura, fácil enigma y escapatoria a la verdad y realidad de mi presente.
La dársena del lago, es siempre lejana, y la agitada marea nunca da tregua, a ese sendero de impaciencia y desconcierto.
Temerás el chasquido de una rama que se rompe, en lo mas oscuro de tu corazón.
Aquella a la que la sombra la acompaña, es sin duda flor de lis envenenada, que no tolera la presencia de una barca junto a su cama.
Fin perdido a cada instante que acumula un desvarío de palabras, las mismas que dan razones a lo que el sentido no deja duda. Tácito recuerdo, cúmulo de sombras, risa en tu misterio y en tu despedida.
Soñarás de nuevo como cuando eras aquella niña, de rizos interminables, de tirabuzones, llenos de un brillo especial, que jugaban con el silencio al escondite de toda la vida, y se burlaba de la noche cuando el silbido del viento de invierno, acontecía el resplandor de aquella llanura llena de historias perdidas.
En un presente donde la ira pasa a ser tu amiga, no es posible ensalzar grito alguno por un cordón de finas perlas. Más duda si cabe, a la espera que atormenta el desánimo de las personas.
Álzate de nuevo por las calles de la vida y cumple con el deseo del que desde arriba te mima, sé dueña y señora del recuerdo y canta a la primavera la prosa que llevas dentro.
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