lunes, 15 de noviembre de 2010

BUENAS NOCHES PRINCESA

Espera que se nuble el sol, para poder mirarte junto al lago azul de tu tiempo. Cálculo de futuro incierto; resuelto por el cruce de miradas entre dos seres mágicos. Atardecer de caricias esperas, mientras la arena de una cálida playa roza tu sereno cuerpo.

Agotado queda el latido de mi corazón cuando estoy cerca de ti, acelerando el paso de mi deseo por tenerte conmigo. Pétalo de caricia rodando hacia tu mejilla, susurro de tu querer llamándote en la noche.

Callas por no dar el paso que te detiene hacia tu felicidad, pero ardes en deseos de sentir el beso que tanto llevas esperando. Yo te daré el infinito que necesitas, la estrella con que iluminar tu mente, el descanso  y la paz que necesitas, el amor desconocido.

Viniste hacia mi un día casi por sorpresa, sacaste de mi interior, la atención necesaria y completa, ni te imaginas lo que despiertas en mi alma. Mi tiempo se paró el primer día que te conocí, me robaste el corazón para perderte en el deshielo de mi camino.
Si no puedes darme lo que ansío, devuélveme mi alma, para que siga mi camino en busca de lo que un día por momentos tu y yo tuvimos. Que el tiempo de tu felicidad nunca avance, que se pare en el momento que mas necesites.

Sal del templo del transcurso indómito, y serena tu cuerpo para que pueda curarte de tus heridas, mientras observas el vuelo interminable de aquel pájaro de azules alas, a las que el viento acaricia en su picado mortal de seña.

No renuncies a poder ser feliz por el resto de tus años, a compartir con alguien tus deseos mas reales, y a ser como nunca el destino de un compromiso de latitudes. Sálvate de ser desconocida para el que te busca, y deja que tu sangre te dirija hacia tu destino capad.

La vida no es fácil, pero siempre se puede afrontar de distinta manera cuando se siente uno querido, el amor que te espera lleva años agarrado al borde de un precipicio que no tiene ni luz, ni fondo, y que desea que pases por allí a salvarlo, y ponerlo donde se merece, a tu verita.

Piensa sólo una cosa, nadie es igual a nadie, nada es parecido a lo que se conoce, la luz no tiene por que ser tenue, es posible que se pueda convertir en un haz natural, que entre por la ventana de tu corazón, y te deslumbre para jamás volver a estar en la oscuridad.

Ahora ha regresado a nosotros el frío de invierno, la noche se pasea mas tiempo por el recorrido de nuestras vidas, y la tormenta se ríe de todos por ser la dueña y señora de la paz. Ven conmigo a mi cálido palacio, y sueña despierta la verdad de lo que te espera. Buenas noches, princesa.